sábado, 13 de diciembre de 2014

PRINCESA - Cuento

PRINCESA
Nada debía de opacar el extenso gris que cubría nuestras cabezas. Aquella tarde, era una tarde alborotada, una tarde taciturna, una tarde tragicómica. El bullicio de las calles, los automóviles veloces, la vereda mojada por la garúa de invierno, los semáforos secuestrando el color con el único objetivo de ordenar y dirigir a los caóticos seres que cruzamos su territorio todos los días. El mismo camino todos los días, todos, sin cambios, sin sorpresas, sin necesidad de involucrarse con el que pareciera ser, el absurdo proceder del tiempo, absortos en nuestra propia jaula, en la única jaula existente y real, en la cárcel de las ideas, de la realidad subjetiva, de la única realidad, en algún lugar desconocido, melancólico y oscuro, muy oscuro.
Eso pensaba Sinartich mientras atravesaba aquella ruta de pocas luces y muchos cerros, ruta que debía hacer todos los días, de su casa al trabajo, del trabajo a su casa, sentado o de pie. Al transcurrir de los minutos que Sinartich Savaneli contaba con repetida perspicacia, dentro de aquella capsula de fierro, el viaje adhería a su mágico movimiento, algunos personajes pintorescos y geografías cambiantes día tras día.
Cortázar decía que los cuentos son como fotografías, y que las novelas se parecen más a las películas. Eso decía Cortázar en otros tiempos, tiempos donde el blues y el jazz era lo que escuchaban las paredes, y la literatura entonces era otra.
Quizás los detalles pasen a ser como fotografías de muchas películas que se desarrollan entre sí.
Pensaba nuevamente Sinartich y observaba con detenimiento a aquella pareja que parecía tener más de un problema.
“Los instantes de calma e introspección que mantengo en estos viajes parecen ser cada vez más parecidos a una especie de trance hipnótico, y ayuda a soportar el camino que debo recorrer todos los días”.  Escribe Sinartich desordenadamente, desprolijamente, ignorantemente, escribe y las letras parecen ser arañazos de gato, arañazos rojos, arañazos negros, arañazos en su libreta blanca”.
No tan lejos del ómnibus, en la vereda mojada por la garúa, la pareja que observaba momentos antes llama nuevamente su atención, a dicha pareja parece no importarle que varios de los pasajeros del ómnibus, se hayan dado cuenta de sus movimientos, “él”, parece triste, es bastante delgado y de prominente nariz, parece algo tímido, violento por momentos, dramático en otros.  Alrededor de ella, un grupo de amigos (de ella), parecen esperar que terminé la acalorada situación en la que viene siendo parte. Ella, es pequeña, elegante, ojos grandes y pestañas hermosas.
Èl, hace mucho ruido y ella casi parece no darse cuenta, mueve las caderas y camina en puntas de pies como buscando alguna ruta de escape, por momentos observa con paciencia a su pareja, lo hace detenidamente, buscando alguna señal que le recuerde quién es aquel, que impide que sus amigos se acerquen a ella.
El ómnibus se detiene a dejar y recoger pasajeros,  ella sube al ómnibus rápidamente, él va detrás de ella, acosándola, persiguiéndola, atormentándola. Los otros quieren hacer lo mismo, pero él se los impide. También suben vendedores ambulantes, enfermos terminales que dicen están recuperándose, ex presidiarios, señoras desaseadas con niños desaseados y con sueño, raperos, vendedores de libros que son los resúmenes de los resúmenes de los libros, canillitas con los diarios del día y algún artista que toco fondo y ahora vende su obras en este transporte público.
Sinartich siempre compra el diario de cincuenta centavos, se entera de las novedades políticas, de las novedades deportivas, de las novedades sociales, de las novedades culturales y ríe, poco, con desgano, casi decepcionado, pero ríe. “Los ministros de estado se subieron el sueldo”, “El municipio no tiene dinero”, “comida peruana causa indigestión”, “la alcaldesa se quiere reelegir”.
La pareja continúa con su drama
Sinartich Savaneli también continúa con su drama
Los pasajeros del ómnibus de fierro que detiene el tiempo o lo acelera, también continúan con su drama.

El ómnibus se detiene nuevamente para que  bajen algunos pasajeros y los demás también, la pareja se pone violenta y ante el primer intento de agresión de parte de “èl”, “ella” reacciona y saca los dientes, aprovecha para bajar corriendo, “èl” parece tener los ojos llorosos y corre tras “ella”. Pero su suerte es mala y, otros perros ya se dieron cuenta de que la perra está en celo y ella ya se dio cuenta que alguien de ahí le gusta más que otros, “èl” no tiene ganas de pelear y se siente derrotado. Sinartich Savaneli se acerca hasta donde está el perro, lo acaricia, lo consuela, lo admira, le quita de los dientes un pedazo de metal que parece ser del collar que tenía la perra y que en el forcejeo quedo en su boca, lo mira con detenimiento, “Princesa”, así se llama la perra, así, pensaba Sinartich mientras seguía acariciando al perro flaco y triste, mientras ambos observan a princesa copular con uno de los varios perros que terminarán esa tarde dentro de ella.

Christian Perez

PASIÓN POPULAR - cuento

PASIÓN POPULAR
-En espacios grandes te desarrollas más, verdad Sirnatich.
-Algo.
-Mañana te pondré de delantero, lo tuyo son los goles.
-Ya profe, lo que usted diga.
El profe sabía que si el chico no jugaba mejor en la próxima fecha del campeonato del barrio, tendría que sacarlo del equipo, y eso era algo que no deseaba hacer. Sirnatich, había salvado a su equipo de la eliminación en varias ocasiones, haciéndose presente en el marcador cuando el partido estaba por finalizar, en los minutos de descuento. El chico era así, sorpresivo, imprevisible, ciclotímico, extraño decía el profe, extraño como su nombre y apellido decía el profe; “Sinartich Savaneli”, extraño decía el profe. Pero en las últimas fechas del campeonato se le notaba distinto, parecía cansado, apático, lento, más de lo normal para un chico de diecisiete años.

Levantarse temprano para recoger agua del grifo, el que está en la esquina del barrio, luego llenar los dos cilindros, las tinas y dos baldes  para lavar en el día los utensilios de cocina y las manos de todos en el hogar. Al terminar aquella labor debía de hacer la tarea de la academia, pero nunca hacía la tarea de la academia, tampoco había hecho nunca la tarea del colegio; a él le gustaba investigar en los libros y leer poesía, los chicos del barrio  jodían con eso de la poesía; “marica”, “recítame esta pe”, “a ver recita esta porresía”.  Sirnatich sólo sonreía y se agarraba el tiro del pantalón como respuesta. A él gustaba investigar en los libros de la biblioteca de la academia, en la biblioteca de algún amigo de la academia, en mas de una oportunidad, lo habían invitado  amablemente a retirarse de alguna casa o biblioteca, pues era muy tarde ya, entonces Sirnatich sólo sonreía y ofrecía las disculpas del caso; luego se dirigía a su casa, directamente a la mesa de roble que su abuelo le había construido con sus propias manos, con las mismas manos con las que le habia enseñado a escribir y dibujar, Sinartich extrañaba a su abuelo, las historias de su abuelo, las canciones de su abuelo, Sinratich extrañaba a su abuelo.

Hacía ya una semana desde que aquel club profesional, envío ex jugadores para elegir entre los chicos del profe alguna nueva promesa futbolística; entre los elegidos se encontraba Sirnatich. Aquella noticia afortunada para muchos, no lo fue tanto para el chico.
-Me llega al pincho jugar fútbol bajo presión; “¡tienes que ganar!”,” ¡tienes que ser mejor!”. Eso ya se sabe.
-¡Asu! A mí no me gusta el Fútbol -le dijo Mirtha al oído.
-¿Qué te gusta? -Respondió el chico.
-Me gusta estar en la cama contigo chibolo huevoncito.
Mirta era tía de Sirnatich, tía política del chico, casi cuarenta años, de estatura media y gran trasero; tenía la mirada picara, la sonrisa maliciosa, había seducido al chico con su vasto conocimiento en el sexo y no menos saber en lengua y literatura. Profesora de un colegio privado de la capital, Mirtha encontraba que las lecturas de Vallejo y Pessoa eran el complemento perfecto, el apéndice exacto a las indagaciones del sobrino, a la curiosidad  que el chico demostraba, y tumbados en la cama luego del acto carnal, ella adoraba ver a Sinartich leyendo a esos iconos de la poesía, leyendo y apuntando en esa vieja libreta roja, en esa vieja libreta que parecía nunca llenarse por completo.

-Tengo de cinco soles, habla…                               
-Ya, normal flaco, no te achores, no somos tombos.
Sirnatich se detenía por un momento en las tribunas de cemento de la cancha de fútbol de su barrio, había dejado a su tía dormida y aprovechaba para ganar algo de dinero en la calle, observaba con detenimiento el campo lleno de tierra, las piedras picadas sobre el campo que deja tras su paso el camión de construcción civil que lleva material del puerto, miraba sus piernas flacas, observaba las heridas que esa cancha dejaba en él. Toda su vida había jugado ahí, toda su vida sólo había jugado ahí, sentía algo parecido a la pena, algo parecido a la tristeza, algo parecido al infortunio. El viento soplaba fuerte a las dos de la mañana, el polo del chico se agitaba con fuerza en aquel descampado, el mar se podía divisar no tan lejos y los aviones rompían el silencio con sus motores por encima de la cabeza de Sinartich.

(El chico saca del bolsillo de pantalón estilo carpintero un cigarrillo sin filtro y lo prende; desea pensar, pensar que hacer, quedarse o irse, ir a la prueba o no).

El profe sabía que el chico se trasnochaba en la cancha con sus amigos, bebía y fumaba más de lo que a un chico de su edad y deportista le está permitido. Como era de esperarse el rendimiento de Sinartich había mermado casi al nivel de la apatía. El profe sabía que sería muy difícil sacar al chico de ese círculo vicioso, aún así lo intentaría; la indignación del profe recaía sobre aquello que su experiencia como entrenador de menores le había permitido ver. Cuantas generaciones destruidas, esos pobres diablos no conocían absolutamente nada de lo que era la vida y eso lo entristecía; qué rumbo tomarían, pensaba; ellos, los amigos de Sinartich y Sinartich, los chicos del barrio, los jóvenes que jugaban al fútbol en la cancha del barrio, ellos no conocían nada de la vida real, y cuando la vida real golpeé el rostro de cada uno de ellos, de aquellos adolescentes, de esos desafortunados pobres diablos, esa misma vida los conduciría a la muerte;  drogas, alcohol, delincuencia, racismo, discriminación de todo tipo, cuando la vida real golpeé sobre aquellos adolescentes malditos, la maldición caerá también sobre todos aquellos que se crucen por su camino  pensaba el profe. Aun así lo intentaría, el chico debía escapar de ese mundo y el profe haría lo imposible por sacarlo de ahí.

-¡Te amo!
-Y yo a ti.
-No quiero que sea mañana, este momento es perfecto.
-Lo sé, tampoco quiero que sea mañana. Estar a tu lado es perfecto.
Sirnatich amaba a Sara, Sara amaba a Sirnatich, dos adolescentes prometiéndose pasar la vida juntos. Ella; soñadora, de ojos grandes, sonrisa tímida, labios pequeños, manos de artista, sensual andar y llena de amor. Él; todo lo que ella jamás debió imaginar. Sirnatich y Sara pasaba casi todo el día juntos, ella no estudiaba, sólo se dedicaba a las labores de su casa y por las tardes iba en busca de su novio, pasaban la tarde juntos en casa de Sirnatich, comiendo papa fritas, bebiendo refrescos, haciendo el amor y mirando películas echados en la cama del cuarto del chico. A las ocho de la noche Sara regresaba a su casa, Sirnatich la acompañaba y luego se dirigía a la cancha del barrio, a vender sus paquetitos verdes, los mismos que ayudaban al chico a olvidar que, por más que quiera, por más que sea llevado a dar la prueba, por más que pase la prueba, por más que deje de vender los paquetitos verdes, por más que deje de beber y fumar, por más que sueñe otra vez, como lo hacía cuando tenía doce o trece años, con ser futbolista profesional; eso, justamente eso, sería imposible.

Todas las noches después de dejar a Sara, después de vender sus paquetitos verdes en la cancha de fútbol del barrio, Sinartich aprovechaba que su tío trabajaba de noche y visitaba a su tía.
“Estás loca, no me paga la academia y me va a pagar una escuela de fútbol”.
“Quizá te den una beca y con tus paquetitos pagas tus gastos mínimos”.
Mirtha, buscaba animarlo, Mirtha buscaba motivarlo, Mirtha buscaba que sea el mismo chico fogoso antes de la noticia de probarse con los profesionales.
“Tú eres cojuda ¿no?" Comentó con sarcasmo el chico”.
“O sea que por el día entreno y por la noche vendo merca. Esta tía está quemada creo; mejor voltéate, quiero verte echada, así, como estas ahora, desnuda, ver como tu cintura dibuja esa forma curva que se eleva justo al terminar tu espalda. ¡Así! Arquea tu espalda mientras te huelo, así volteada tía, así eres perfecta”. Todo eso decía Sirnatich, mientras sus pensamientos envolvían nuevos pensamientos, luego la ira, la decepción, la sensación recurrente de flotar, de vértigo, de estar separándose de su cuerpo, de saber su verdad, su frustración, y de pronto, el placer, ese recorrido invisible, mágico, explosivo, violento por sus venas; entonces susurra al oído de Mirtha. “Así perra”, “te gusta ¿no?”, “profesional ¿no?”, “gastos mínimos ¿no?”. Mirtha sin defensas yace sobre la cama, sostenida sobre sus extremidades superiores que caen poco a poco mientras las extremidades inferiores reciben las embestidas del chico, mientras grita sin pudor alguno: “no pares, no pares”.  Los pensamientos siguen envolviendo nuevos pensamientos en la cabeza del chico; entonces la violencia se vuelve paz,  la agitación sosiego, siente como si aquello fuese una muerte lenta, pierde las fuerzas al finalizar, y queda quieto, siente como si estuviera desintegrándose, como si todas las respuestas que buscaba, estuvieran ahí, en aquel momento, en ese segundo.

 “Es un buen chico, lo entreno desde los catorce años, necesita ayuda. Su padre es un borracho sin oficio, todo lo poco que gana se lo gasta en bares y mujeres, y su madre, ¡ah! , su madre, a la pobre se la lleva el viento de lo flaca que está, se alimentan en un comedor popular, y en su casa no tienen ni siquiera servicios higiénicos, cagan en una bacinica que cubren con papel periódico, luego esa mierda la almacenan en costales de plástico que al llenarse arrojan al mar. En ese barrio para tener servicio eléctrico roban luz de los postes de la vía pública arriesgando sus vidas, y por las noches cuando sus calles se quedan a oscuras, los adolescentes se drogan y beben sin control o están embarazando a alguna niña de catorce o quince años, si no le damos la oportunidad nada bueno le espera, le aseguro que nada bueno puede salir de aquel estilo de vida impuesto por la mala fortuna”.
El sujeto que se encontraba sentado en aquel amplio escritorio de cedro, adornado por pisapapeles, perforadores de papel, lápices y lapiceros todos con el logo del equipo de fútbol que el sujeto representaba, el equipo de fútbol que había enviado a ex jugadores profesionales a seleccionar los chicos que se probarían en aquel equipo, escuchaba atentamente y observaba el mar, observaba el lado del mar que bañaba las orillas de la costa del barrio del chico, del barrio de Sinartich y señalaba con un dedo; “de ahí dices, de ese barrio” decía mientras bajaba lentamente la mano y movía la cabeza como negándose a aceptar que de ahí, podía salir algo bueno para el deporte, para la sociedad.

Nadie sabía del contenido de los cuadernos, hojas, libretas que Sinartich guardaba debajo de su colchón , nadie sabía que el chico había renunciado al fútbol antes de haber jugado de verdad, antes de intentarlo, antes de disfrutarlo, antes de fracasar. El chico dudaba entre el placer de observar o ser parte del juego, "pensaba";“ser primero, ganar, competir”, pensaba y flotaba y escribía y dibujaba, guardaba todo en sus hojas, en su libreta; su soledad, su alegría, su miedo, su dualidad, su forma de expresarse, guardaba todo aquello en sus hojas sueltas y su libreta roja y cada vez pensaba que todo aquello era cada vez más real, más auténtico. La vida de sus padres, el entrenador, sus amigos de barrio, su novia, su tía y todo lo demás parecían ser sueños, historias de la televisión, películas de cine, su realidad eran esos garabatos y cada vez parecían más certeros, más reales que la otra realidad.
-¿Quién es?
-Soy Sara, señora Mirtha, está el flaco.
-¡No!
-Sabe dónde está. Lo estoy buscando desde la mañana.
-Habrá salido con sus amigos hija, debe estar en la cancha.
Sara no había visto a Sinartich desde la noche anterior. El chico la visitaba todos los días a la hora del almuerzo, pero esta vez ni rastros del muchacho.
-Seño, si lo ve, dígale que tengo buenas noticias para él.
-Ok hija, no te preocupes, se lo diré.
Sara había convencido a su papá, para que apoyara a Sinartich en conseguir trabajo en el taller de carpintería de un amigo suyo y deseaba contárselo al muchacho lo antes posible. Con aquel empleo, el chico podría entrenar todos los días por las mañanas y trabajar por las tardes, además que aprendía un oficio y, pronto podrían vivir juntos. Pensaba Sara.
“Entonces me dices que es de ese barrio, de aquella invasión que está por allá”. Señaló con el dedo una vez más en dirección al barrio de Sinartich, el hombre del escritorio de cedro.
“Sí, es de ahí, aunque sólo se vea desde aquí, como un lugar feo, lleno de esteras y maderas recogidas del mar, aquel lugar tiene su encanto; el fútbol, la comida, los ancianos contando historias de sus pueblos, lejanos, muy lejanos. Si le da la oportunidad al chico de quedarse, estoy seguro que no lo decepcionará”.
El profe hacía su último esfuerzo por convencer a aquel hombre que Sinartich era valioso, y que no debería perderlo como integrante de su equipo de fútbol.
“Bueno, hablaré con el entrenador que los probará, le diré que lo observe con atención y, si pasa la prueba física, se queda”.
El profe estrecho con fuerza la mano del hombre del escritorio de cedro y se despidió. Lo primero que le pasó por la cabeza fue que había realizado una acción de bondad maravillosa y que Sinartich estaría muy agradecido con él. 
Nadie había visto a Sinartich ese día, Sara buscaba por todos los rincones del barrio, en la cancha, en la casa de la tía, en su casa, nadie sabía dónde estaba el chico. La tía de Sinartich había empezado a preocuparse pues a la ausencia de Sinartich, se sumaba la ausencia de su hija.
-Mirtha, ¿dónde está Jenny?
-Debe estar con sus amigos de colegio.
El tío de Sinartich tenía un ligero presentimiento de que las cosas no andaban bien, ni con su mujer, ni con su hija, pero seguía jugando a las cartas con sus amigos, jugando y bebiendo, bebiendo cerveza Pilsen callao y jugando golpeado, con las cartas, con sus amigos.
-Voy a salir a ver a Jenny, ya regreso.
La puerta de calamina sonó como el platillo de una batería y Mirtha desapareció.
“Se ha caído del árbol, si lo dejo en estas ramas bajas morirá, quizás algún niño con su honda lo derribo del nido, lo llevaré hasta aquellos árboles que crecen junto al río, ojalá tenga suerte, al menos a esa distancia entre la carretera, el río y aquellos arboles estará protegido, su madre debe estar buscándolo”.
-Cómo sabes, crees que eres tú, estas melancólico bebe.
Yenny apenas bordeaba los catorce años, precoz e intrépida, había seducido a Sinartich con aquellas caderas jovenes y piernas largas que hacían que el muchacho pierda la cabeza. La veía y pensaba en Sara, en Mirtha, en el fútbol.
Yenny era asidua cliente de los paquetitos verdes de Sinartich y, estando tan lejos de su barrio, casi en el techo del mundo, prendió un cigarrillo de paquetito verde y lo fumó.
-Pasa, no te atores.
-Toma, mi futbolista fracasado -decía Yenny, mientras reía grotescamente.
-El viaje a la selva es largo, tómatelo con calma Yenny.
-lo sé bebe. ¿Un rapidito aquí? Tenemos todavía una hora más de espera.
 Sinartich no podía dejar de tener remordimiento por lo que estaba haciendo, había dejado atrás todo; la academia, la prueba, sus padres y, Sara, amaba tanto a Sara, qué pensaría cuando se entere que escapó con Yenny, amiga de Sara desde siempre, sabía que era una mierda, que eso pensarían todos, incluso su tía, pensaba en su tía y no podía dejar de tener una ligera erección.
-Alquila un cuarto de aquel hostal, toma veinte soles, espérame, llevaré algo para beber. Cacherita!
-Cacherita como mi vieja bebe, crees que no lo sé.
Sinartich sorprendido sonrió, la besó apasionadamente mientras recorría con las manos las piernas y trasero de Jenny.
-Chau, se despidió Sinartich.
-Te espero en el cuarto, no demores.
Sinartich vio alejarse a Jenny, entrar en el hostal, observó los andes y sintió frío, más de lo normal. Caminó rumbo al río, quería observarlo, quería observar, el lado del río, el lado de los pocos arboles junto al río, el lado de los andes, el lado de la carretera, entonces escribió y dibujó, en sus hojas, en su libreta roja, y pensó a qué lado pertenecía él.
Mirtha, Sara, el marido de Mirtha, los padres de Sinartich, se encontraban asustados y se dirigían a poner la denuncia en la comisaría del barrio. La mañana había llegado y no había noticias de los adolescentes. Mientras caminaban al borde del mar cruzando el campo de fútbol. El entrenador presuroso y casi llorando  les acercó el periódico de la mañana, y les enseñó la noticia. "Ómnibus interprovincial que se dirigía a Pucallpa cayó a un abismo". Entre los desaparecidos se encontraba Sinartich. No se había encontrado el cuerpo, y la novia adolescente del muchacho estaba siendo trasladada por los policías de carreteras a la capital, también se señalaba que ella no había abordado el ómnibus siniestrado pues estuvo hospedada en un hostal esperando por el chico.

Martha rompió en llanto. Sara corrió desaforadamente hacia el mar, el tío de Sinartich observaba incrédulamente a su Hermano, el Papá de Sinartich, que hacia esfuerzos inútiles por hacer reaccionar a la madre del muchacho que había caído de un solo golpe al piso.

Christian Perez

viernes, 21 de noviembre de 2014

Hugo Kalashnikov 16 poetas bebiendo absynthe en mi sala

por las llamas que te iluminan
recostado en la cama como el ostentoso
por los placeres que consumo
en los lienzos o el satén
por los niños que resucitaste
los querubines de los dormitorios inferiores
por los pétalos anónimos
de la rosa del amanecer

continuemos bebiendo vodka.

por el ladrón que debería ser atrapado
usando su cabeza roja sangrante
por las puertas que me abres
de las guaridas de los elegantes
por los condenados que castigamos
una abadía crece en el aire
por el syrah que me aconsejas
y el culo que me sirves

continuemos bebiendo whiskey

por las estrellas que sembraste
en el arrepentimiento de los asesinos
y por este corazón que late
en el pecho de las ruflas
por las ideas que creaste
en la mente de los ciudadanos
por la toma del poder
y nuestro beneficio como solitarios

continuemos bebiendo ron.

por el anarquista a quien le diste
los colores de tu país
el rojo del sacrificio humano
y el blanco de la cocaína
por los poetas que se resbalaron
en el lado opuesto de sus adolescencias
por el pecado que privilegiaste
como la virtud mas honorable
por la solicitud de los reyes
a sonreír sin calaveras

continuemos bebiendo cerveza.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

CARITA DE CIELO Personaje de Lima en la obra DUELO EN MALAMBO

Para conocer un poco mas de uno de los protagonistas de DUELO EN MALAMBO ...
"CARITA" EL HOMBRE ASTUTO. (Biografía primera parte).Presentamos datos de la vida de Emilio Willmann (a) "Cárita" uno de los personajes de "Duelo en Malambo" que cierra la temporada de este mes en el Teatro Municipal los días 23 y 24 de Noviembre a las 8 pm. . El estudio que hemos avanzado sobre "Carita" nos demuestra que fue un hombre muy astuto, dominaba el arte de hablar mentir y convencer. Nació aproximadamente en 1891. Según un historiador fue hijo de un extranjero y una lavandera.
Era imaginativo y respecto a su familia, daba diversas versiones. Una de ellas que estaba en el Uruguay, otras veces que vivían en París y que, contaban con rentas. Tenían dinero.Contó también que tenía un familiar en el norte del Perú. Carita se habría establecido en el barrio de Malambo, aproximadamente en 1905.
Carita contaba que había sido ebanista y que trabajaba con su hermano.
Su primer acto de astucia fue ingresar a trabajar en un negocio de un "caballero inglés" de mucho dinero, residente en Lima.. Se ganó su confianza y luego le robó, motivo por el cual lo sacaron del trabajo. (El Comercio 3 de mayo 1915) Esa fue su puerta de entrada a la delincuencia.
Luego de ello según sus amigos se dedicó a la "contabilidad", que en la jerga de Malambo, significaba "las mujeres que uno tiene y el dinero que dan". (El Comercio 3 de mayo 1915) Es vivir como proxeneta y explotando mujeres dedicadas a la prostitución. Según sus amigos ello le proporcionaba mucho dinero. Siempre estaba elegante. Inclusive usaba un saco de alpaca. Su peinado era especial con raya al medio y unos rulos que le colgaban a los costados. Su apodo completo fue "Carita de Cielo".
Carita era también cantante, motivo por el cual atraía a las damas de su preferencia. Uno de los incidentes que tuvo con "Tirifilo", fue precisamente por una mujer.Tirifilo lo humilló públicamente en un "salón" o prostíbulo de Malambo y lo sacó del lugar. Esa fue una ofensa que siempre tuvo presente Carita.
Carita tomaba pisco y chacchaba coca con sus amigos. Siempre estaba en grupo. Nunca estuvo solo. Sus principales amigos fueron "Los Chunchos", Peña, Julio Risco, y Julio Allende (a) El Mono. El espíritu de grupo, es fundamental para comprender la vida de "Carita". Esa era una de las principales formas de protegerse y actuar. El tenía su propio espacio, su territorio y su banda o "collera" o grupo propio.
Tenía un cuchillo grande, en la faja del pantalón. Siempre andaba armado con su "chabeta". A estos personajes les llamaban "lobos" o "lobitos" en Malambo.
Cuando se produjo el desafío mortal, Carita tenía 24 años y Tirifilo 26.
Durante los sucesos de 1915, Carita saltó a la fama y la noticia fue materia de primeras páginas en los periódicos.. Fue entrevistado por José Carlos Mariátegui cuando estuvo en el Hospital Dos de Mayo. 17 años después fue entrevistado en la prisión por Ciro Alegría, quien tomando como base las conversaciones con èl, hizo la novela "Duelo de Caballeros". Esta obra tuvo mucho impacto en las generaciones que surgieron en el Perú a mitad del siglo XX.
Hay tres grandes momentos en la vida de "Carita" 1) Su vida antes de la pelea con "Tirifilo" 2) còmo se desarrolló la pelea a cuchillo y el desenlace que tuvo y 3) -Que pasó con la vida de "Carita" luego que salió de prisión. Cada período tiene sus propias características. La astucia de Carita se puede apreciar en varios actos de su vida y el uso que supo darle a los medios periodísticos desde un comienzo..Queda la pregunta sobre las grandes entrevistas que le hicieron ¿Sobre lo que declaraba Carita que era lo verdadero, que era lo falso y que ocultaba?...Es en estos detalles concretos que se puede apreciar toda la astucia de "Carita".....La leyenda de Carita fue levantada por periódicos, sectores de intelectuales, políticos y del poder judicial....En todos estos campos Carita supo moverse para lograr la libertad. ..Una de sus armas principales era la palabra...ya lo veremos en los próximos días.....Continuará la segunda parte (Fuentes, Sala de Investigaciones y Hemeroteca de la Biblioteca Nacional del Perú, Biblioteca del Congreso de la República y Archivo del Museo Afroperuano de Zaña. Libros de Luis Jochamowitz, Carlos Aguirre). Duelo en Malambo Julie Guillerot Luis Alberto Sandoval Zapata Tatiana Espinoza Sarita Aragón Cortez Gina Beretta Juan Pablo Lostannau Aliaga Ivon Muñoz Romero Sarita Calmet Ana Charun Felix Roberto Arguedas Caycho Alfredo Valiente Juan Medrano Cotito Juan Miguel Barandiarán Sánchez Felix Valdiviezo Vasquez Oscar Chambi Echegaray Peruska Chambi Echegaray Golpe Tierra Circulo Peruano Carlos Medrano Anai Medrano Luisa Cristobal Sanchez Víctor Guzmán Makarito Nicasio Percy Chinchilla Nemovalse Lima-Peru Actap Llampallec Juana Sono Hernandez Carlos Lopez Schmidt Bruno Ascaño Zaña te Espera Luz Zenaida Hualpa García Elsa Javier

Skanner darkly

22. A Scanner Darkly

Based off of Phillip K. Dick’s novel of the same name, Richard Linklatter’s adaptation of A Scanner Darkly serves as just another reminder in the writer/director’s filmography that reminds us he’s one of the most important filmmakers of our era.

The film uses the same animation stylizing, called ‘roto-scoping’, as used in Waking Life. The dystopian story stays quite respectful to the original, but Linklatter’s vision is endlessly unique and riveting. It may be hard to compare to some of Linklatter’s more dramatic and dialogue-driven film treatments, but A Scanner Darkly remains a gem in the world of sci-fi.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Tipo fantomas

Tab Proguitar tabs / updates / news / reviews / interviews / columns / lessons / forums / contests
Introduction To Goregrind And Pornogore, date: october 30, 2014
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Introduction to Goregrind and Pornogore
author: wateyy date: 10/30/2014 category: genres' battles
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Hi! This is a friendly introduction to goregrind and pornogore the way I would describe it to someone interested. While it might seem a bit repulsive, meaningless, waste of time, energy and utterly insane, you might even take a liking to it after this article and some time spent with it alone. So let's jump right into this short article!

What is Goregrind? What is pornogore?

Low tuned or untuned guitars? Check.

Fuzzy, distorted bass? Check.

Blast beats? Check.

Gutteral vocals? Check.

Pig squeals? Check.

Pitch shifter? Check.

Samples? Check.

Groove? Check.

Under three minutes? Check.

Silly lyrics which you will never decipher? Check.

If the music you are listening to has at least 3 of the above, chances are you're listening to goregrind or pornogore.

Goregrind is basically grindcore with gory lyrical themes and over the top guttural vocals while pornogore is a more groove orientated, slower kind of goregrind with obvious lyrical themes. Think of it as death metal meets punk meets everything cheap slasher movies want to be.

So how to get into goregrind and pornogore?

First of all - quality is the name of the game (just bear with me please). You can find quite a lot of goregrind and pornogore bands that sound boring and have sh-t production a.k.a. DIY in your room/garage/basement. That's the way it is since most of those bands probably don't even take themselves seriously (and yes, there is a certain level of seriousness required for anything you do, even goregrind!). The genre is a joke, the music is a joke, the bend is a joke. And that is fine, really, taking your goregrind and pornogore too seriously means you will probably do something insane from the lyrics of one of the songs you've heard recently. Not cool. But, there is a certain level of seriousness required for anything you do, even goregrind! I used C&P on that last sentence.

So, let's assume we've found a band we like that isn't sh-t. What do we listen to and how do we listen to this garbage, how do we reach that feeling of sonic pleasure while our ears are being raped by demonic pig with a mic and a pitch shifter?

First tip - relax. Don't try to grasp the meaning of lyrics or the song structure. Go with the flow. Try to feel the groove since most of goregrind and pornogore is based on groove. Listen to the drums that drive the bass. Listen to the heavy bass that drives the rest of the band. Laugh to the funny vocals. Laugh to the sloppy guitars. Ohh, right, the band we picked isn't sh-t. No sloppy guitars here (or yes if you like them).

Example of a nice groovy song:

Things you shouldn't do include getting all tense, being sceptical, having high expectations of band's musical prowness, playing it load in a public space and if you live in America posting the song's lyrics to a social network.

Next thing that needs to be mentioned (again) is fun. This is fun music. Yes. It is. Vomiting, farting, raping, mutilation, genital accidents and meals that taste like STD are fun. I guess?

Don't take it too seriously. There is no deep meaning behind it. It is sort of on a level of disco dance music. It doesn't convey emotions or any of that artistic crap. It is not embedded into some philosophical universe which is inside of another universe which is inside of your spirit. It makes people dance. People like to dance. That's it.

Example of fun - check it out here.

Final thing that you should do is search the web (YouTube) for some bands. You can find real gems if you look hard enough. I will post few songs and bands below for you guys to check out. These are both some of my favourite and some that are considered "classics" - and are totally part of my opinion on goregrind and pornogore.

Also, check out OEF. It's Obscene Extreme Festival that's held worldwide and has grindcore, goregrind, pornogore, power-violence, punk, crust, thrash, death, blackned thrash and that sort of bands playing. And boy, is it a party or not (check it out! Go #swagobeypornopartygoregrind).

Gutalax is a bit more slower and groovy band from Czech Republic. CR probably has the strongest gore/porno scene together with Mexico and/or Spain.

Jig-Ai is more brutal than Gutalax. It often features blast beats and really over-the-top vocals and their riffs are tasty and groovy. Lots of death metal vibe can be found in their songs.

Check out another video here.

Another groovy band that makes your grandma wiggle her bottom.

For some reason I didn't really get into this band yet, but their live shows are fun.

This isn't really a goregrind or pornogore band but they are cool and you should check them out. #Dancemovesarereal





Side note: I highly recommend exploring all kinds of music. Metal is cool and metal is for life, but metal isn't all there is to music. Peace \m/


comments policy 5  comments posted

+1
bunnyh0pz
posted on Oct 29, 2014 03:58 pm  #
So myspace

-1
pestleiche34
posted on Oct 31, 2014 09:41 am  #
i actually like the music. if only the vocals weren't unbearable...

EpiExplorer
posted on Oct 31, 2014 12:59 pm  #
Nice tumblr blog, bro.

madaniel
posted on Nov 01, 2014 01:35 am  #
I didn't know goregrind can be fun, thanks!

+1
theogonia777
posted on Nov 01, 2014 02:19 pm  #
This really reads more as a parody article than a serious introduction to the style of music (arguments over whether or not the style even deserves a "serious" anything).   It's amazing that the author failed to even acknowledge any of the pioneers of the style such as Carcass (how could you possibly not mention them here?), Dead Infection, General Surgery, Impetigo, Repulsion, Regurgitate, etc.  There is also no mention of differences, both aesthetically and musically, between goregrind and earlier grindcore, with no mention of deathgrind to be found. All in all, this shows a complete lack of understanding.  Now, I understand that some people might think that this is silly music, but it still deserves a serious attempt rather than some goofy "name shitty bands that sing about gross things" approach that is being used here.
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Documental

The 15 Best Documentaries of The 2000s
1.1K Taste Of Cinema / by David Zou / 8 days ago

Due to consumer-priced digital video, a shrinking amount of grown up movies in multiplexes, increased global awareness, and a few films by a man named Michael Moore, the 2000s were a watershed moment for documentary film.

From the beginning of the decade to the end, production values were on the rise, as were the sheer number of people attempting to tell nonfiction stories. By 2009, documentaries were a mainstay in major theaters and the experimentation that has been infused into nonfiction films of the early 2010’s was already taking shape.

The following list attempts to be a snapshot of the very best documentaries the decade had to offer. Surely, films such as Man on Wire, Murderball, Spellbound, and The Fog of War deserve a look and any of those could be swapped for any of these. However, you could do a lot worse than using these 15 as a starting point for diving into this crucial period for the nonfiction form.

 

15. Zoo (Robinson Devor, 2007)

Hybrid documentary is a bit of a dubious term. Generally meaning a combination of styles to tell a nonfiction story, it’s at once limited and far too inclusive. That said, Robinson Devor’s Zoo is one of the best early examples of the current incarnation of the “hybrid documentary.”

Almost exclusively using re-enactments and voiceover, Zoo tells of the life and death of Kenneth Pinyan, a Seattle man who was killed after receiving anal sex from a horse. Devor has little interest in exploring the story from an objective journalist’s perspective. Instead, he smartly analyses the psyche of Pinyan along with others in his ostracized community who engage in sex with animals. Brief news clippings, which are expectedly mocking as well as judgmental, provide context, while the voices of participants reveal their sides of the story.

Beautifully shot with an emphasis on atmosphere, Devor’s camera often films from a deliberate distance with objects such as car bumpers and trees to obscure his view. This, matched with interview subjects whose voices and faces are purposefully anonymous, make for a voyeuristic gaze into a community operating on the fringes. Devor walks a careful line that never condones the behaviors of his subjects, while also never looking upon them with obvious judgment.

One scene, where a subject recounts giving up Pinyan’s horse, edges towards sympathy, as do convictions that these animals are loved more than most kempt up in pens. Yet, Devor’s model is to create a mood and provide a cinematic world. A subject that should have been too difficult to endure becomes an artistic portrait of an America that most would prefer to assume doesn’t exist.

 

14. Ghosts of Cité Soleil (Asger Roth, 2006)

If you want a glimpse into what created the horrible situations inhabited by citizens of Haiti, Ghosts of Cité Soleil will not be the place to look. Unlike the multitudes of objective stories told about the nation from a distance, director Asger Roth and his cameraman Frederik Jacobi thrust themselves right into the center of the storm. Following two brothers, Billy and Haitian 2Pac – each leaders of the deadly secret Army of the President called Chiméres – the film is a verite image of love, tragedy, violence, and pride.

The Chiméres are essentially a street gang, whose power is derived not from respect so much as brute force. Provided with artillery from the government, young men and boys are left patrolling the streets with little idea what to do or why they are there. Gunfire is an hourly occurrence in a place where human life has little value. Yet, the filmmakers never turn their subjects into monsters, providing us instead with the same hopes and dreams that make any person tick.

Perhaps most fascinating about Ghosts of Cité Soleil, while also the most maddening, is Roth essentially lets the viewer know how this will all end. With no sustainable government and heavy ammunition in the hands of uneducated, un-lead, and extremely macho men, every character we follow will likely end up dead. In fact, one of the ones who become most sympathetic had already died by the time the film reached final cut. Yet, we root for these people.

Partially because mixed in with the suspense of battle are scenes of honesty and passion. Most notably moments between Haitian 2Pac and his girlfriend, Éleonore. At one point, the filmmakers get caught right in the center of gunshots. Unable to escape, they take cover behind concrete walls. Where most creators would protect themselves, the camera here instead roves around the building, capturing the violence as it unfolds. It’s this kind of veracity that sets this small picture apart.

 

13. The Weather Underground (Sam Green & Bill Siegel, 2002)

The crime of organizations like the Weather Underground has a unique place in drama because depending on what side you are on, the criminals could quickly look like heroes or terrorists. Immediately one will have a prejudice, and conflict is born from how a story re-enforces or rethinks that assumption. At the very least, an understandable motive comes from approaching material of this kind.

The Weather Underground interviews students who made up the massive student-driven violent movement from the late 60s and early 70s, that used terrorist acts as scare tactics in order to protest a United states government that they felt was in a constant “state of war.”

The major message explored throughout the film relates to achieving peace by way of minor acts of war and whether there’s much of a difference between a military bombing innocent people overseas versus an organization doing it on our soil. The difference of course is that one act is governmentally ordered and thus its purpose must be for “good.” But what if you do not agree with that purpose?

Most of the subjects in The Weather Underground are the former students who made up the group. Now aged by three decades and seemingly settled into normal lives, they speak with candor and relative remorselessness about what they were a part of. And that being “a part” seems to be what helped most perpetrators to reconcile with how this violent time in their lives was worth the effort. The subjects stood for something and most still do. Modestly made, with few stylistic flourishes,

The Weather Underground build its story out of firsthand accounts. The ultimate goal is to stay objective and considering the gray areas related to everything – from environmental terrorism to 99% protectors to the Arab Spring – that has come since, the film plays like a rallying cry that citizens can make change in large groups, even if sometimes that change comes at a major price.

 

12. Manda Bala (Jason Kohn, 2007)

Only about half of Manda Bala will make any sense to the average viewer. Like any narrative that unravels the deep intricacies of corruption, that’s precisely how the people in the know get over on other, all in the name of money. If the complex systems of corruption don’t work, in Brazil at least, you then have to “send a bullet.” (The English translation of Manda Bala.) The story involves a frog farmer who uses his trade as a front for drug smuggling, as well as underground favela criminals who regularly hold wealthy people hostage to collect ransoms.

One typical scare tactic is to cut off a hostage’s ear and send it to the family. Enter a plastic surgeon who has made a living off his revolutionary technique of removing cartilage from a victim’s rib and remolding it into an ear. (Word to the squeamish: Kohn shows us the procedure up close and personal.) Manda Bala adds up to the most thorough portrait of the Bazilian criminal ecosystem put to film.

Kohn’s style is feverish, fast-paced, set to pop music and employing techniques like fast motion and long takes. Kohn is trying to make this the realistic Brazilian version of Goodfellas, only these guys make Henry Hill and his gang look like petty crooks. Shot on film, the vibrant colors of a nation at once crime-ridden and oozing with culture pop off the screen.

Like Bus 174, the decade’s other Brazilian crime masterpiece, Manda Bala emphasizes how little hope people living in the deeply impoverished favelas have. While their tactics are violent, if borderline sadistic, Kohn never once allows his film to judge them, nor does he become precious about defending them. It’s a harsh world out there and those who survive are the ones willing to go all in.

 

11. Rize (David LaChapelle, 2005)

Had Rize simply been a moving image version of fashion photographer David LaChapelle’s signature style, it may have already been worth the price of admission. That he smartly blends that style with a realistic look at the struggles of people living in South Central, Los Angeles makes this one of the foremost nonfiction experiences of the decade.

The subjects are gangs, but not the sort that the media has given us for several years. These are dance groups – the krumpers and the clowns – who give poor young people an outlet other than drugs and violence to express themselves. Within each group there are fights, jealousies, camaraderie, and necessary familial support.

LaChapelle structures his picture like a sports movie, presenting the ups and downs of training, prepping, and the seriousness of practice. Stitched between are slow motion, high contrast images of the dancers in all their glory. It’s in these moments that LaChapelle’s eye for color and contour shines by providing a celebration of the athletic bodies of his subjects. Muscular, sweating, moving each limb a mile a minute.

There’s so much beauty to these people and in these otherwise innocuous segues, we just get to watch in awe. Yet, just as effective are scenes such as Tommy the Clown breaking down into tears upon hearing that his house has been broken into. Never are racial or economic tensions jammed down the throats of viewers. If anything, LaChapelle wants to show us people who have not accepted their “Fate” and remain unwilling to maintain any stereotype. These dance competitions are their vessels to being better people who will not only survive, but also thrive at all costs.

 

10. Bus 174 (José Padilha, 2002)

Between City of God, Manda Bela, and José Padilha’s Bus 174, American audiences were exposed to the increasingly desperate lives lead by millions of impoverished people throughout Brazil. From a dramatic perspective, the violence meant for riveting storytelling, while the sociological ramifications have continued to send shockwaves through to today, were security concerns involving the World Cup and the upcoming Olympics make clear that not much has changed.

Bus 174, a mostly found footage documentary, tells the story of a hostage stand-off between police and a gunman in Rio de Janeiro. As television cameras descend upon the bus at the crime’s epicenter, the situation escalates from petty crime to a potential mass murder. While the stand-off stands as the thread binding the film together, Bus 174’s power comes from probing the psychology of the criminal, the law enforcement agents, and a culture generally fit with corruption.

Beyond its representative qualities, Bus 174 also plays as a smart thriller. Using interviews with those on the bus, there’s a slow build from people stating they thought this was just an “ordinary hold-up,” as if this sort of thing occurs all the time, to the panic that arises when failed attempts to negotiate build into rage.

Most interesting is how Padilha turns news footage into high-intensity action moments when cut together to create tension. The full effect of Bus 174 is to understand the fears of people trapped unwittingly in an unknown situation while also learning to sympathize with the perpetrators, as well as the less trained police officers faced with keep the problem to a minimum.

 

9. Dear Zachary: A Letter to a Son About His Father (Kurt Kuenne, 2008)

What becomes terrifying by Dear Zachary’s end is how modestly it’s constructed in its beginning. Kurt Kuenne seems to be shooting some raw footage on a cheap camera, attempting to give his murdered best friend’s son a nice portrait of his father. The framing is humble, straight-forward and unassuming. Friends and family talk in anecdotes and borderline idol worship, as one might expect from a dedication film.

By the time the film explodes into its suspenseful and terrifyingly tragic second act, the grounded opening feels as haunting as any other choice. One can’t talk about the full effect of Dear Zachary without giving away its most startling secret. I’d suggest knowing nothing about the story before going in.

Beyond it’s great mystery, Kuenne’s greatest trick is turning his portrait film into a suspense thriller and then ultimately into a social activist documentary. As such, he’s folded all of the prevailing documentary styles of the aughts into one microcosm. The film is also shot cheaply and likely edited on consumer software. While stylistically this adds a texture of intimacy from maker to subject, it also speaks to how the 2000s meant anybody with a story to tell could turn a camera on and reach an audience.

There’s some heartstring pulling that viewers might find grating and Kuenne, to his credit and detriment, bleeds every inch of creativity out of his limited resources. However, Dear Zachary is a testament above all to having an eye on a tremendous, far-reaching story, and having compelling passionate subjects to tell it.

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Análisis

"Panabee: Analyzing The Top 750 Campaigns on Kickstarter in 2013"
  -wb

Panabee: Analyzing The Top 750 Campaigns on Kickstarter in 2013

 
Analyzing The Top 2013 Kickstarter Campaigns By Category
We thought about launching a Kickstarter campaign, but when researching best practices, we only found studies that aggregated data across categories. Since products vary so much by category -- think movies versus sous vide machines -- we didn't find this very helpful. So we analyzed the 50 most-funded projects per category, 750 campaigns in all, to gain a better understanding of the Kickstarter landscape.
After examining the data, we found several compelling takeaways:
Technology loosens the purse strings. The median pledge in technology was 50% higher than the second-highest category, photography.
Court the masses. More than 52% of backers came from donations under $50 in seven categories. Small pledges can build momentum and excitement by offering cheap ways to participate.
Deep pockets funds the arts. A disproportionate amount of funding comes from big spenders in the cultural categories. For instance, pledges of $500 and more financed 46% of theater campaigns yet represented only 6% of backers.
Overfunding exposes Kickstarter chasm. Crowdfunding dynamics vary wildly. For instance, design projects exceeded goals by 771% while dance campaigns saw a surplus of only 5%.
Donating actively is not required. While it is probably preferable to support fellow creators, many raised money without participating heavily in the Kickstarter community. Journalism creators were the stingiest, only backing one campaign, while comic creators were the most generous and supported 17 campaigns.
30 days or so is sufficient. Top campaigns lasted 30-35 days across all 15 categories.
Rewards may vary. Music projects, along with film & video campaigns, offered the most rewards, with a median number of 21, while dance campaigns offered only 9.
Games raised the most while journalism raised the least. Games generated $783,000 at the median while journalism campaigns eked out a paltry $9,000.
Games were the prom king. Games attracted the most backers with 8,070 at the median. Journalism projects occupied the other end of the spectrum and only drew 146 backers.
Crowdfunding is growing in popularity and emerging as a viable means for underwriting new ventures. Hopefully understanding how different categories compare to one another will help you plan Kickstarter campaigns more effectively.
Feel free to republish, pin, tweet, or share our infographic. If possible, please include attribution to panabee.com.


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viernes, 31 de octubre de 2014

Orson

Último filme de Orson Welles por fin se estrenaría
50 LaRepublica.pe / 9 hours ago
Los productores planean presentar "The Other Side of the Wind" para el centenario del natalicio del realizador, el próximo 6 de mayo.

La última película de Orson Welles, una de las creaciones sin terminar más reportadas del cine, podría estrenarse décadas después de su muerte.

El New York Times reportó el miércoles que una compañía productora con sede en Los Angeles, Royal Road Entertainment, acordó comprar los derechos de "The Other Side of the Wind" de Welles. Los productores planean presentar el filme a tiempo para el centenario del natalicio del realizador, el próximo 6 de mayo.

La película semiautobiográfica es sobre un director de cine, interpretado por John Huston, que pelea con Hollywood por una cinta ambiciosa. Welles rodó el filme en 1971 y pasó el resto de su vida editándolo. Murió en 1985.

El director Peter Bogdanovich, quien aparece en el filme, ayudará a editarlo. El material incluye casi 45 minutos de película editada. (AP)

Espectáculos
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viernes, 24 de octubre de 2014

Jeriko

Jeriko - 1971
Rock Peruano / by HEDUARDO / 5 days ago

Haz click aquí para escuchar un tema de Jeriko
Haz click aquí para ver imágenes de Jeriko

Jeriko es Marcelo Reátegui Roselló, cantante peruano de inicios de los setentas. En 1971 hizo su primer 45 rpm para Sono Radio con los temas "Salaham (salud y bienestar)", compuesto por él, y en el lado B "Hey Joe", canción atribuída a Billy Roberts y popularizada por Jimi Hendrix. Me atrevo a decir que entre las muchas versiones que se han hecho de "Hey Joe", esta de Jeriko se defiende bastante bien. Gracias a Tiger's Milk Records, sello peruano radicado en Londres, por incluirla en su disco "Perú Bravo". 
En 1972 Jeriko hizo otro 45 rpm para Sono Radio con los temas "Yo vengo del campo" y "Ves como lloro y me dejas", compuestas por el español Borys. 

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Gracias muchas a
http://heduardo-rockperuano.blogspot.com/2014/10/jeriko-1971.html

martes, 9 de septiembre de 2014

el juego de las lagrimas

Publicación



lunes, 1 de septiembre de 2014

[HD] "Le Mépris"- Thème de Camille, "Contempt" Film excerpts | Jean-Luc ...

"Ritmos negros del Perú..." - reseña

LA MEMORIA ANCESTRAL
propuesta por Victoria Santa Cruz
excelente
http://canteradesonidos.blogspot.com/2009/03/ritmos-negros-del-peru-resena.html

Ritmos negros del Perú: reconstruyendo la herencia musical africana
Heidi Carolyn Feldman
Lima: Instituto de Etnomusicología (PUCP) : Instituto de Estudios Peruanos (IEP), 2009, 343 p. il.
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Pocos trabajos orgánicos con enfoque científico, se han hecho sobre la música popular de la población afrodescendiete en el Perú. Este es uno de ellos, desde la etnomusicología. Se publicó originalmente en inglés en el 2006 (Wesleyan University Press), con el título "Black Rhythms of Peru: Reviving African Musical Heritage in the Black Pacific" parafraseando los versos iniciales de la famosa décima de Nicomedes Santa Cruz.


La autora elabora y sustenta la siguiente hipótesis:

Existen comunidades diaspóricas de origen africano ubicadas a lo largo del Pacífico Negro, en situación de mayor dispersión y marginación histórica con relación a las que están en el Atlántico Negro. El concepto de Pacifico Negro lo deriva del trabajo del Paul Gilroy, "The Black Atlantic" (1993). Tanto el Pacífico Negro como el Atlántico Negro, son entendidos como espacios de la memoria de la diáspora africana.

En el Pacífico Negro, y específicamente en el Perú, su zona de investigación, Feldman observa la gestación, evolución, ocaso y/o permanencia de diferentes proyectos de la memoria afroperuana, sucesivos a partir de los años de 1950. De su análisis de estos proyectos, concluye que, en su búsqueda de recuperación de una memoria histórica perdida debido a que fue sistemáticamente despreciada e invisibilizada por el orden establecido, las comunidades diaspóricas del Pacífico Negro (peruanas) recrearon y reinventaron un repertorio folklórico en base a fragmentos sobrevivientes de su propia memoria y a préstamos y adaptaciones de elementos de las culturas del Atlántico Negro, principalmente afrocuabanas y afrobrasileñas. Esto convertiría al Pacífico Negro en una zona periférica respecto al Atlántico Negro. Al mismo tiempo que buscó estos referentes de "refuerzo" en "el otro lado", la conciencia diaspórica afroperuana valoró y procuró afianzar sus referentes con la cultura criolla costeña (específicamente, limeña), pero sin confundirse con ella. La autora llama a esto último, una doble conciencia afroperuana.

Los proyectos de la memoria gestados desde mediados de la década de 1950, que identifica claramente y que ocupan cada capítulo de su libro, son:

1. La nostalgia criolla de José Durand: Describe cómo un intelectual blanco criollo como José Durand (especialista en literatura hispana colonial, amante de los libros raros, acucioso garcilacista, y gran conocedor de la música popular costeña) fundó la Compañía Pancho Fierro en 1956 con el fin de rescatar y reconstruir la música y las danzas negras tradicionales que habían sido prácticamente olvidadas o absorbidas dentro de la música criolla. Al llevar al escenario danzas y canciones reconstruidas en base a fragmentos de la memoria y a los arreglos que crearon los principales artistas negros que convocó (su principal consultor, fue Porfirio Vásquez, considerado como el que recreó el festejo), generando por primera vez su celebración pública, sentó las bases iniciales para lo que Feldman llama el renacimiento de la diáspora afroperuana. Esta revaloración inédita de las expresiones culturales afroperuanas por parte de la sociedad blanco-mestiza criolla, se debió en buena medida a la amenaza que sentía ante la creciente migración que estaba andinizando la ciudad. Los bailes y danzas exploraban una memoria histórica de esclavitud -reforzando estereotipos raciales- y no precisamente una tradición de cultura viva y cambiante que afianzase una conciencia afroperuana. El espectáculo era apreciado por la sociedad blanca-mestiza criolla, no precisamente por la población afroperuana, por ello, la autora encuentra que esta propuesta estaba imbuida de "la obsesión nostálgica de Durand por la época colonial" (p. 56). De acuerdo al repertorio, más que la época colonial, dicha nostalgia apuntaba al siglo XIX. Entre los géneros rescatados y recreados destacaron el Son de los Diablos y el Festejo. Aparte de Porfirio Vásquez, estuvieron Nicomedes Santa Cruz, Abelardo Vásquez, Caitro Soto, Juan Criado, Ronaldo Campos, Olga Vásquez, entre otros. La Compañía duró sólo dos años, pero sentó un precedente decisivo; en ella se iniciaron las carreras de la mayoría de los principales artistas afroperuanos del renacimiento.

2. Las memorias ancestrales de Victoria Santa Cruz y el proyecto Cumanana: El proyecto Cumanana fue iniciado en 1959 por Victoria y su hermano Nicomedes. Era un proyecto de teatro, música, danza y poesía, con base en la investigación y recreación del folklor afroperuano. Por primera vez en la historia, artistas afroperuanos diseñaban y dirigían un proyecto cultural para reivindicar la presencia y el aporte africano en el Perú. "Mientras Victoria desarrolló un método basado en el ritmo y la memoria ancestral, Nicomedes se involucró en la investigación bibliográfica, la recolección etnográfica del folklore y los estudios literarios. Ella se volvió famosa por sus puestas en escena y su coreografía, mientras que él fue más conocido como poeta y músico (aunque Victoria también compuso música y poesía)" (p. 64). Al poco tiempo, la asociación entre hermanos se disolvió. Victoria puso en escena Zanahari (1960) y Malató (1961) con mucho éxito, obras en las que reconstruyó prácticas religiosas derivadas de África (con información que Porfirio Vásquez le dio), que despertaron lo que Feldman llama la conciencia diaspórica, el orgullo racial de los miembros de su Compañía. Después de Malató, Victoria recibió una beca para estudiar teatro y coreografía en París. Enriquecida con sus experiencias en Europa y África, regresó al Perú en 1966, para formar la compañía Teatro y Danzas Negras del Perú. En ella aplicó su técnica del ritmo y la memoria ancestral, cosechando más éxitos en presentaciones en el país y el extranjero. En 1969 fue nombrada Directora de la Escuela Nacional de Folklore y en 1973 se le dio la dirección del Conjunto Nacional de Folklore, con el cual hizo exitosas presentaciones en el extranjero. El segundo gobierno militar terminó en 1980 y con ello el apoyo al folklore. En 1982, Victoria dejó su puesto para enseñar teatro en la Universidad Carnegie-Mellon de Pittsburgh, donde se quedó hasta 1999. Regresó al Perú donde vive un relativo retiro hasta hoy. Su aporte más perdurable ha sido la recreación de danzas afroperuanas olvidadas, especialmente el landó (junto a su hermano Nicomedes) y la zamacueca, así como el despertar de la conciencia del ancestro africano en la diáspora afroperuana mediante sus técnicas del ritmo y la memoria ancestral.

3. La negritud peruana de Nicomedes Santa Cruz: Este artista es la mayor voz literaria de la negritud peruana. Aparte de poeta decimista, tiene un importante rol fundante en el renacimiento de la música afroperuana (como recopilador, arreglista, compositor y productor discográfico). Si bien en sus inicios tuvo una orientación predominantemente africanista (inserta en el movimiento internacional de la negritude postcolonialista), con el tiempo fue madurando hacia un pensamiento más intercultural e integrador. Procuró demostrar los orígenes africanos de las tradiciones criollas y afroperuanas, tomando prestadas algunas hipótesis de investigaciones sobre el legado afrocubano y afrobrasileño. Su primer viaje al Brasil en 1963 lo impactó, porque vio que la fuerza vital del aporte africano a la constitución de la nación era reconocida y celebrada (evidentemente, no ahondó en las profundas estructuras de dominación y excusión racial que han imperado y siguen imperando en Brasil). A su retorno del Brasil en 1964, grabó el doble LP Cumanana, prolijamente descrito e ilustrado en un folleto de más de 100 páginas, con una completa compilación de los géneros revividos hasta entonces. Un hito discográfico de la memoria musical afroperuana, que se distribuyó en 71 países y se reeditó en 1965, 1970 y 1994 (en CD). En una de sus teorías más polémicas (inserta en el folleto del disco), sostuvo que el lundú era un baile de pareja africano que había dado origen al olvidado landó afroperuano, el antecesor de la zamacueca, y ésta a su vez de la marinera. Sostuvo incluso, que el lundú africano había dado origen desde los siglos XV y XVI, a más de 50 bailes de pareja de Portugal, España y las Américas (p. 119). De acuerdo a la visita que hizo Feldman a la Biblioteca de Nicomedes en Madrid, los escritores brasileños Edison Carneiro y Luis da Cámara, que escribieron sobre el lundú brasileño colonial (de supuesto origen congo-angoleño), ejercieron mucha influencia en su teoría. Aunque ésta no prosperó mucho, sí quedó la idea más o menos aceptada de que el landó dio origen a todas las músicas y danzas negras del Perú (más allá de que ello se haya demostrado fehacientemente). En esta línea, el landó recuperado más emblemático del LP Cumanana, es "Samba Malató", para el cual Vicente Vásquez creó un acompañamiento de guitarra que ha quedado canonizado. Este tema se quiso "africanizar" con voces sin significado claro, lo que posteriormente Nicomedes rectificó como un error, pero igual, siguen siendo incluidas en muchas interpretaciones hasta hoy. Ante la comercialización burda que crecía en el folklor afroperuano, Nicomedes y su conjunto Cumanana grabaron el LP Socabón en 1975, documentando la manera correcta de tocar e interpretar los géneros, dando además, especial espacio a la marinera limeña. Poco después grabó Los reyes del festejo, dedicado a Porfirio Vásquez, a fin de afianzar un canon de interpretación "auténtica" del festejo. A su regreso en 1974 de un viaje a Senegal, comienza a distanciarse de la revolución militar, y se dedica a hacer frecuentes viajes internacionales. Va perdiendo audiencia en su patria hasta que en 1980 se va á a residir a España con su familia. Allí se dedicó a la radio, dio seminarios, conferencias, entrevistas, escribió artículos y terminó su libro sobre la décima peruana (1982). En 1990 la embajada del Perú lo condecoró por servicios distinguidos. Murió en 1992. El archivo "Nicomedes Santa Cruz", está albergado en La Casa de América de Madrid.

4. La estilización y canonización del folklore negro por parte de Perú Negro: Este es el proyecto de la memoria más exitoso y longevo. Se fundó a inicios de 1969 con Orlando "Lalo" Izquierdo, Víctor Padilla, Rodolfo Arteaga, y Ronaldo Campos a la cabeza, y sigue vigente hasta hoy. En su primera etapa recibió el apoyo del gobierno de Velasco Alvarado, interesado en fomentar la cultura nacional frente al imperialismo cultural norteamericano y europeo. De acuerdo a Feldman, Perú Negro estilizó y canonizó los géneros recreados en el renacimiento, reforzando tanto su carácter nacional como su "africanidad". A esto lo considera una "neofolklorización" fijada en lo premoderno, que el gobierno militar oponía a las modas de músicas y bailes extranjeros (p. 156). A los pocos meses de fundado, por recomendación de Chabuca Granda, Perú Negro es invitado al Festival Iberoamericano de la Danza y la Canción en Buenos Aires. Allí, con asesoría del poeta César Calvo, presentaron el espectáculo La tierra se hizo nuestra con el que ganaron de manera categórica. Gracias a ello, iniciaron una etapa de consolidación y reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. Perú Negro sumó al legado de las etapas anteriores del renacimiento, un consciente trabajo de recopilación de la memoria de sus mayores (principalmente las hermanas Lucila y Benedicta Colina, madres de Ronaldo Campos y Caitro Soto respectivamente) y en general, de pobladores rurales de El Carmen y El Guayabo (en Chincha). Como resultado, produjeron dos innovaciones que han quedado canonizadas hasta hoy: el sonido y la coreografía. El sonido lo "africanizaron" más dando particular protagonismo al cajón, seguido de otros instrumentos de percusión de origen afrocubano (bongó, congas, cencerro) que habían llegado en los años 60 a los proyectos de Victoria y Nicomedes Santa Cruz, de la mano del músico cubano Guillermo "El Niño" Nicasio Regueira. Su hijo Guillermo Macario Nicasio afianzó este aporte como miembro de Perú Negro. Por su parte, Ronaldo Campos creó los patrones de cajón para cada género, que fué madurando desde su participación en los grupos de los hermanos Santa Cruz. Se trataba de una percusión africanizada, que al mismo tiempo mantenía firmes sus vínculos con los patrones de la música criolla (la "doble conciencia" de la que habla Feldman). En la coreografía estilizaron y dieron mayor protagonismo a las performances de danza teatralizada, recogiendo de las técnicas de la "memoria ancestral" de Doña Victoria. Con la partida a inicios de los 80 de los hermanos Santa Cruz, Perú Negro quedó como el proyecto de memoria afroperuana dominante hasta el día de hoy, más allá de las observaciones que se le han hecho: Que fija la memoria afroperuana sólo en el pasado, "limitados a presentar en el escenario la parte de sus ancestros premodernos esclavizados" (p. 201), que está más orientado a una audiencia blanca criolla y extranjera, y que la mayor parte de las innovaciones hechas por los fundadores en los años 70, han permanecido casi iguales hasta hoy, mas allá de los recientes esfuerzos creativos de Rony Campos, hijo y sucesor de Don Ronaldo. Al mismo tiempo sin embargo, sus recreaciones han dado forma a una memoria histórica que fué casi destruida por la narrativa histórica oficial; llenar ese vacío es de todas maneras, para muchos/as, un acto de reivindicación.

5. La leyenda de Chincha como cuna del folklor negro: Feldman ubica la construcción de esta leyenda en "la confluencia de dos proyectos: el despertar de la comunidad diaspórica en el Perú y el proceso de construcción de un enclave de la industria del turismo cultural [afroperuano]" (p. 208). Porqué Chincha, si existieron otras muchas poblaciones negras que conservaron (aunque sea fragmentariamente) sus tradiciones. Simplemente hubo un efecto acumulativo: La mayor parte de los exponentes de la Compañía Pancho Fierro y de Perú Negro provenían de Chincha, los grupos de Cumanana acudieron allí para recolectar información, y ya en los 80's, Miki Gonzáles impulsó con éxito sus proyectos de rock desde allí (con la familia de Amador Ballumbrosio en El Carmen, más específicamente). Como sea que Chincha era el origen de la mayoría de las expresiones reinventadas y escenificadas por el renacimiento, esta relativa sobre-exposición pública la hizo icono incontestable de las más "auténticas" tradiciones afroperuanas, relegando a otras zonas importantes del legado afroperuano como Aucallama (tierra de Porfirio Vásquez, en Huaral-Lima), Zaña (Lambayeque), Yapatera (Piura), Acarí (Caravelí-Arequipa), Locumba (Tacna), etc. Sólo Cañete, le disputa seriamente a Chincha el título de "cuna" de la música negra. Feldamn toma el concepto autenticidad escenificada de Dean MacCannell (The Tourist: A new theory of the leisure class, 1976) para describir cómo es que en Chincha se ha trabajado una "auténtica" cultura negra orientada al turismo, que no reditúa en un desarrollo real para los pobladores. Un ejemplo de ello se ve con nitidez en la Hacienda San José (S. XVII), convertida en un oasis de confort para el turista, en medio de la pobreza de los pobladores; "muchos residentes del vecindario trabajan para la hacienda en una relación de poder que no dista mucho de aquella de la esclavitud" (p. 221). Las fiestas principales son el Carnaval Negro, y la Navidad Negra, que conservan tradiciones verdaderas (la Yunza en el primer caso, los Atajos de Negritos y las Pallas en el segundo), pero que acusan en mayor o menor medida, prácticas de autenticidad escenificada e "hibridez" entre lo premoderno y lo moderno. Feldman observa la paradoja de que sean los propios pobladores de Chincha, conscientes de los posibles beneficios del turismo, quienes adoptan las recreaciones e invenciones del renacimiento urbano para escenificarlas como expresiones de la "auténtica" tradición negra local (es el caso del festejo por ejemplo, una reinvención de Porfirio Vásquez, natural de Aucallama). Más allá de las fiestas principales, la vida en Chincha no se diferencia mucho de otras poblaciones rurales marcadas por los efectos desestructurantes de la globalización, tanto en los hábitos de consumo como en los gustos musicales (cumbia, rock, salsa, etc.) y en la realidad de la translocalización de sus habitantes.

6. Lo cosmopolita de la identidad negra. Susana Baca como principal exponente: En este último capítulo, la autora corrobora algo reiterativo en el resurgimiento afroperuano: la existencia de outsiders no negros que operan como "descubridores" de las esencias de la cultura afroperuana. José Durand para el caso de la Compañía Pancho Fierro, Chabuca Granda y César Calvo (temporalmente, en los inicios) para el caso de Perú Negro, Miki Gonzáles para el caso de la familia Ballubrosio, y ahora, David Byrne para el caso de Susana Baca. El "descubrimiento" se dio por cosas del destino, Byrne estaba en Nueva York, matriculado en un taller de música latinoamericana dirigido por Bernardo Palombo. Se le pidió traducir la letra de una canción titulada María landó, que Susana Baca grabó en 1980. Inmediatamente cautivado, se dedicó a indagar más sobre esta música que hasta entonces desconocía, y al poco tiempo decidió grabar una compilación de música afroperuana con su sello Luaka Bop. Susana Baca ya tenía una larga trayectoria artística en el Perú, pero no era valorada y reconocida, por ser negra y no acoplarse a los cánones folklóricos de lo afroperuano; ya antes de conocer a Byrne, "...los años de ir labrándose su propio camino habían hecho de ella una artista madura, encaminada, con una visión cosmopolita de la música afroperuana, que solo podía 'vender' fuera del Perú" (p. 272). En 1995, Luaka Bop liberó el CD "The soul of Black Perú", en la tapa, Byrne explicita que fue Susana Baca la inspiradora de ese álbum, lo que explica el hecho de que sólo ella hubiera visto catapultada su carrera a nivel internacional, en relación a los otros artistas incluidos en la compilación. Entre 1997 y 2002, ella ha sacado otros 3 discos con Luaka Bop, al tiempo que ha realizado frecuentes giras internacionales por el mundo. Permanece más tiempo en el extranjero que en el Perú, y es más conocida y reconocida allá que acá. Paradójicamente, no siendo tan reconocida en su país, es la única artista que representa "lo afroperuano" ante el vasto auditorio internacional de la World Music. Si bien Perú Negro hace giras internacionales frecuentes, en su caso se da la paradoja que sus audiencias en el extranjero suelen ser en amplio porcentaje, de origen peruano, mientras en el Perú son los turistas extranjeros y la elite criolla. Ella cuida las letras de sus canciones (muchas veces, poemas musicalizados) y el modo de interpretarlas; ha manifestado su deseo de no ser encasillada como una artista afroperuana de la World Music, sino como una artista nacida en el Perú con una individualidad en si misma que procura enriquecer sus propuestas musicales. Hoy es la artista [afro]peruana, más cosmopolita que hay, sino la única.
Luego Feldman trata brevemente sobre la identidad entre los residentes peruanos en Estados Unidos, cuya nostalgia los hace llevar desde el Perú a artistas que reinscriben incesantemente el canon estilizado de Perú Negro, y sobre algunos artistas afroperuanos que tratan de abrirse paso allá, principalmente Eva Ayllón. Para cerrar, menciona la experiencia del Teatro del Milenio, que toma mucho de las enseñanzas de la "memoria ancestral" de Victoria Santa Cruz, siendo un ejemplo de ello, la recuperación de la marimba en su obra "Karibú".

De este brevísimo recuento de lectura, surgen algunas cuestiones sueltas e incompletas:

- La idea de un Pacífico Negro en el que la diáspora africana comparte rasgos comunes necesita corroborarse con estudios similares en Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia, Centro y Norteamérica. Precisamente porque las dispersiones e intermediaciones fueron mayores, sería menos previsible que en el caso del Atlántico Negro. De corroborarse, pueden surgir nuevos planteamientos acerca de las "periferias", acaso existan "periferias de las periferias".

- Hay países como Colombia, México y otros de Centroamérica que son bioceánicos, cuyas poblaciones afrodescendientes seguramente presentan dinámicas internas (y externas) específicas.

- El "proyecto de memoria" afroperuano canonizado desde mediados del siglo XX no abarca toda la cultura afroperuana existente. Como ya está mencionado, existen zonas donde la herencia afroperuana presenta peculiares características poco conocidas, como es el caso de la población de la costa norte (Piura, Lambayeque y Trujillo principalmente) y de la costa sur (Arequipa, Moquegua y Tacna, principalmente).  Otro aspecto a considerar es el de la vasta impronta del imaginario afro en el espacio andino.

- Pensaba en una mayor incursión en el rol que tuvieron los hermanos Augusto y Elías Ascuez y Manuel Quintana Olivares ("El Canario Negro") para la conservación de la herencia criolla de raíz africana. Ellos, siendo valiosos portadores de la memoria afroperuana, se sintieron e identificaron como criollos. Son un ejemplo de cómo la invisibilización de lo afroperuano pasó por una absorción de su legado dentro la música criolla.

- Andrés Soto es un compositor que ha aportado significativamente a la innovación de la música [afro]peruana, tanto en las letras (poéticas) como en la música; precisamente por su marcada individualidad creativa, profundamente humanista, inconforme, romántica también, no encaja en ningun "proyecto de la memoria" reseñado. Sin embargo debe estar, está, en la memoria sonora [afro]peruana.

- Algo que ya han recalcado algunos autores (como Javier León) es que hay danzas afroperuanas que tenían-tienen influencia andina-mestiza. El Son de los Diablos se acompañaba con arpa en el siglo XIX pero la Compañía Pancho Fierro no la "revivió". Actualmente se sigue practicando la Yunza de carnaval, así como el Atajo de Negritos y las Pallas en Navidad (Chincha). Al parecer, en busca de la recuperación de una memoria ancestral se ha procurado africanizar antes de identificar y resaltar los aportes andinos a la cultura afroperuana, sobretodo en los casos de "escenificación de autenticidad". Salvo el Son de los Diablos, las otras 3 danzas mencionadas (que siguen siendo parte de la cultura viva en Chincha) no suelen ser incluidas en el repertorio de los elencos folklóricos.

- La autora sitúa su trabajo, dentro de una secuencia de estudios que se complementan: The musical traditions of the blacks of coastal Perú de William Tompkins (Los Angeles : Univ, de California, 1981), su trabajo, y The aestheticization of tradiction: Professional afroperuvian musicians, cultural reclamations and artistic interpretations de Javier León (Austin : Univ. de Texas, 2003). Las tres son tesis doctorales. Tenemos en el Perú sólo la traducción al español de una de ellas (el libro aquí reseñado). Sería necesario e impostergable viabilizar la traducción y publicación de las otras dos, o mínimamente, contar con ejemplares en inglés en algunas bibliotecas locales.
//marcela cornejo



Actualización (20 ago. 2014)

En el 2011 el trabajo de Tompkins fué traducido y publicado.  Los datos completos son:

Tompkins, William David;  Raquel González Paraíso y Juan Luis Dammert (traductores)
2011    Las tradiciones musicales de los negros de la costa del Perú.  Lima :  PUCP : CEMDUC;  UNMSM : CUF,  299 p. 




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Video



"Black and woman"
Realización: Odin Teatret (1978)
Eugenio Barba entrevista a Victoria Santa Cruz

subido por karabana70